Ya nadie más puede ayudarlo.
Ni el muchachito de al lado
con sus pantalones rojos de ciclista,
ni el canario al que distraído
acompañaba con su mandolina. Ya no habrá
árboles que lo despierten a la luz de la luna,
ni una mañana de primavera seca
cuando los peces solitarios buscan compañía.
Ella está allí diciéndole: ya no más, descansa.
Harta de las sirenas y del rostro de él
gastado por la sal. Si éste es un mensaje,
le dice, escucha: fuimos buenos,
aunque nunca nos lo creímos.
Y ahora él no puede ni tocarle los pies.
Rita Dove (E.E.U.U. Ohio, 1952)
(Traducción: G. Gervitz)
COMPANYNo one can help him anymore.
Not the young thing next door
in the red pedal pushers,
not the canary he drove distracted
with his mandolin. There'll be
no more trees to wake him in moonlight,
nor a single dry spring morning
when the fish are lonely for company.
She's standing there telling him: give it up.
She is weary of sirens and his face
worn with salt. If this is code,
she tells him, listen: we were good,
though we never believed it.
And now he can't even touch her feet.
No hay comentarios:
Publicar un comentario