Ya el horizonte se deshace, la piedra
arrojada al agua abandona su centro perfecto,
su onda constante y majestuosa;
yace en el fondo, horadando el instante.
el silencio de la arena de la playa que contiene el agua estanca
el silencio de la piedra que descansa sobre la arena de la playa que contiene el agua estanca
el silencio que sostiene el propio silencio en el profundo silencio
un hombre que se acerca en silencio hacia el agua estanca
un hombre que se sienta en la arena de la playa que contiene el agua estanca
un hombre que toma la piedra que descansaba sobre la arena de la playa que contiene aún el agua estanca
el hombre que en algún momento estuvo en silencio no puede soportar los sonidos del silencio
el hombre hace ruido al pensar también con sus manos pero hace mucho más tumulto con sus recuerdos
el hombre y los alrededores ya no se hallan en la calma del silencio primordial
el silencio no habita ni puede habitar en un hombre que desea
el silencio es ultrajado por la respiración del hombre que no puede abandonar un mundo pleno
[de resonancias
el hombre no tiene paciencia juega entre los dedos con la piedra que descansaba sobre la arena
[en la playa que contiene el agua estanca
el hombre se pone de pie mira a la distancia alejándose de sí mismo porque le teme a su
el hombre estira la mano en que lleva la piedra recogida hace un instante cuando quería
[propio fantasma
[descansar del estrépito urbano
el hombre realiza un esfuerzo y arroja la piedra hacia el agua estanca rompe el aire rompe
[el silencio cierra la contemplación
el hombre observa el impacto de la piedra en el agua que estaba estanca se regocija
[por su potencia y puntería por el estallido que deviene en los círculos que se expanden
[como la historia de todos los hombres que han venido a este lugar a buscarse
[y huyeron asustados al verse en el descarnado reflejo que les devolvía el agua
[estanca
el hombre que podría ser cualquier hombre que esté entre nosotros da vuelta su espalda al agua[como la historia de todos los hombres que han venido a este lugar a buscarse
[y huyeron asustados al verse en el descarnado reflejo que les devolvía el agua
[estanca
[pisa sobre la arena de la playa que contenía el agua estanca y deja
[el presente caerse en el tiempo pasado
[el presente caerse en el tiempo pasado
[otra piedra sobre la arena de la playa que contiene ahora una piedra hundida
[en el caudal arremolinado de lo que era el agua estanca
una piedra que pulsa como un corazón delator en el agudo silencio del universo
a Gabo Ferroy Debrik Ankudovich
(Inédito)
Sergio De MatteoSergio De Matteo. Escritor y Productor cultural argentino. Nace en Santa Rosa (La Pampa) en 1969. Durante 1992 conduce con Jorge Ferrari y Rubén Ferradás el ciclo radial de divulgación literaria En busca del tiempo perdido. En 1996 anima junto a Marcelo Aromando el programa de difusión cultural Música de cañerías. Ha publicado las plaquetas Soles violentos (1995); Absurdo / Absoluto (1996); y los libros Ozono (1997); Criatura de mediación (2005); El prójimo: pieza maestra de mi universo (FEP, 2006). Miembro fundador del colectivo artístico "Patria de arena" y del "Grupo de la neurona poseída" para realizar trabajos de intervención cultural. Es editor de la revista: Che, Artes y Culturas en Abya Yala, rebautizada Museo Salvaje (2001). Organiza en 1999 y 2000 el 1° y 2° Encuentro Interregional de Productores Culturales. Dirige la editorial Museo Salvaje Ediciones. Colabora con investigaciones, antologías y revistas y sitios web del país y extranjeras. Libros inéditos: Barqueros (poesía, 1997-2002); Canto errante (poesía, 2003); Estar fuera de casa (poesía; —fotografías de Paz Garrido—, 2004); Morder el polvo (poesía, 2005); La luz de las águilas (poesía, 2006); Estatua de sal (poesía, 2006); Los tigres de la ira (cuentos, 1997-2004); La acusación de la incertidumbre (nouvelle, 1999-2006).
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IMAGEN: Foto del autor por Paz Garrido