Después del whisky y otros sopores específicos,
nadie espera ver la última luz para su redención.
No es una triste reducción ésto de lo que hablo
ni de una acotada mesura.
Ni siquiera de una objetividad inútil,
vista a través del vidrio empañado de una ventana
con sus múltiples muéstreos cotidianos.
Todo sigue y cae
donde se agitan imprecisiones
que devoraría la realidad.
Donde el mundo arde con sus engranajes
en su vitalidad maldita,
mientras te lamentás
y vas igual que un perro insano
por no encontrar un pedazo de tierra o surco
donde poner a caminar tus pies.
Sebastián Quiroga Torres
Sebastián Quiroga Torres, 1978, Villa Mercedes (San Luis, Argentina). Escribe poesía y narrativa. Estudió Letras. Codirigió las revistas La regla (revista menstrual de literatura y afines) y -turas (revista de cultura y opinión). Codirige interrup/ciones (revista objeto de poesía y arte contemporáneo, www. revista-interrupciones.blogspot.com), la cual recibe colaboraciones de diversos países. Ha publicado en diversos medios independientes. Tiene inéditos los libros de poesía Fanerón (al cual pertenece el texto que aquí se reproduce), Zíngara Street y el libro de cuentos Polsky. En la actualidad trabaja en los libros de posía Diálogos con Porfirio y Bestias arreciarán. Administra el blog personal: www.elsofistapragmático.biogspot.com.
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