Estos poemas se inspiran en la experiencia del Santo Daime. Agradezco al Centro Ecléctico de fluyente Luz Universal, "Flor de las aguas", de San Pablo, por el privilegio de haberme permitido acceder a la bebida sagrada.
II
TITILAR DE EBONITA, las lilas de la cruz
liman del clavo la turgencia áspera
o paspan el derrame del rosario
por la puntilla del mantel.
Acaireladas convulsiones, si la medusa pincha al pez, tremola
en el remolineo la flotación de un cántico, de un cántaro.
Cantarolan por darle al óleo cenagoso
la consistencia de un velo de noche, por hurtarle
al dios de la floresta la niñez de un escándalo
u otorgarle a la red de iridiscencias pasajeras (tiemblan)
la levedad de un giro en el espacio.
Patrulla el desternillar del álamo veloz la ceremonia
al tiempo que lo desboca con incrustes de strass o lentejuela móvil
que rayan la película devenida traslúcida.
La huída de los cormoranes
y en su lugar las mansas gaviotas del deseo,
el vértigo de los meollos
asombrillando el pajarear.
¿Adonde se sale cuando no se está?
¿Adonde se está cuando se sale?
Al lado, o de repente, la musiquilla se aproxima
y avisa que las huellas se hacen barro en la disolución del filafil, entonces de un tirón se restablece la rigidez de la rodilla (trémula)
y el pico de la flor abre en el témpano la cicatriz de un pámpano
rajando
los valles de la misa, los alvéolos
de eso que por ser misa hubo de echarle azogue al ánade,
una mano de espejo a la destreza.
(De: Aguas aéreas,
Edic. Último Reino, 1991)
Edic. Último Reino, 1991)
Néstor Perlongher (Argentina; Avellaneda, Bs.As., 1949 -Brasil, San Pablo, 1992)
7 comentarios:
espero no destar un escándalo en los atrios literarios bienpensantes, con lo que voy a decir, pero
estos tipos, Perlongher y el anterior, de qué hablan , para qué hablan, a quién le hablan?
Seguro que la academia los aplaude.
Yo no.
bea
Bueno Bea., no seas tan lapidaria con los pobres neobarrocos. Ellos también tienen lo suyo para decir. Es una hipercodificación del lenguaje. En el sentido que vos lo planteás no tienen nada para decir, porque "dicir" no les preocupa. Justamente, el sentido de lo que se dice es lo que ponen en jaque. Leelo a Lezama Lima, que es el maestro de todos ellos. O al Polifemo de Góngora. A mí, particularmente lo que me deslumbra, es la orquestación del lenguaje. Esa fiesta de las palabras, una especie de hedonismo infantil en descubrir neologismos o nuevas texturas, lo que equivale a decir: Otra sintáxis. Así que, como ves, dicen lo suyo. Y lo dicen para ellos mismos. O para quien le guste ese paladeo con las palabras, que, en el caso de Aguas aéreas se transforma, además, en una aventura iniciática.
De la academia, mejor hablamos otro día.
Gracias por pasar.
desde luego, leí a Lezama Lima. También a Góngora, por supuesto.No me subestimes.
Me parece que las distancias entre maestros y discípulos es abismal.
Nada tengo en contra del "paladeo con las palabras", se trata de eso , a la hora de mirar con distancia, el hecho de la escritura, cualquier escritura.
No estoy tan segura respecto de tu afirmación "decir no les preocupa".
Creo que les procupa tanto que por eso se pertrechan atrás de lo que vos llamás "orquestación del lenguaje" y "hedonismo infantil", una manera como cualquier otra de ocultar que NO TIENEN NADA QUE DECIR.(no me refiero ni a Lezama ni a Góngora)
Es cierto que hay imágenes, hallazgos,humor, por ej:
"Pez del frío verde el aire en el espejo sin estrías, racimo de palomas". Lezama-MUERTE DE NARCISO
"¿Adónde se sale cuando no se está?
¿Adónde se está cuando se sale?". Perlongher-AGUAS AÉREAS-
esos dos versos justifican la apabullante tirada de incongruencias a la que vos llamás benévolamente"aventura iniciática.
"fue toro en su rodeo
y torito en rodeo ajeno,
..........................
dudó en ir a las manos:
fue de cuerpo." Octavio Di Leo-LOS TADDEIS....
Hay varias muestras de humor, como ésta, en el texto, que lo salvan.
De todas maneras , también es cierto que a Perlongher lo leí poco , porque con lo poco me bastó para "lo nada". No me da ganas de seguir leyendo su obra, es como si ignorara al lector. O escribió para su grupo , no sé.
A Octavio Di Leo no lo conocía, y lo que publicaste me genera poco entusiasmo para seguir leyendo sus textos .
¿Qué querés decir con "hipercodificación del lenguaje"? ¿Hacer caso omiso de los significados de las palabras usadas por una comunidad de hablantes, para otorgarles otros, sólo conocidos por un grupo de iniciados? Explicame más, por favor.
Dejo acá, con mucho más para decir, pero esto no es un foro.
Igual gracias por tu trabajo impecable, y por la posibilidad de discutir un poco, que siempre hace bien a la salud.
cariños
bea
Creo que si lees "el neobarroco en la Argentina" de Helder o "Lo que ocurre de veras", al igual que este el ensayo que publiqué más arriba de Perlongher más los "Nuevos ensayos sobre el barroco", todos publicados en esta misma biblioteca, vas a encontrar todas las exégesis que necesites,incluso los reparos que vos misma hacés, etc, etc. Decir más, sería abundar.
No obstante agrego: "hipercodificación" refiere a una escritura cuyos referentes están ocultos o lejanos, porque la estética neobarroca opera de ese modo. No les interesa "decir", aludo al sentido.No es que no tengan nada para decir, no les importa esa manera de "decir". No están interesados en los significados, sino el juego de los significantes. Y a veces, lo explican -para otros lectores, no iniciados, sí, si querés- y otras, no. Por ej., Perlongher en el primer poema de "Parque Lezama" escribe un poema que se llama "Abisinia exibar" y a ese título le pone una llamada al pie: "Marca de polvos usada por Lezama Lima". Y, por ahí, sin esa explicación el poema pierde algo, pero en realidad, se trata siempre de otra cosa.
Lo de aventura iniciática en "Aguas aéreas" me parece verdaderamente así. El libro da cuenta, en la medida y dentro de su estilo característico, de una experiencia mística, comparable a la de San Juan de la Cruz.
No ignora al lector, Bea., sino que vos nos sos una lectora para él. Y ya sabemos que cada libro, cada obra, encuentra su lector.
Yo también creo que esta polémica resulta enriquecedora.
Gracias por estar ahí, siempre, del otro lado, con una lupa en la mano.
Una abrazo.
Agrego y corrijo:
"Lo que ocurre de veras" es de Jorge Aulicino y "Nuevos ensayos sobre el barroco" de Sarduy.
Otro abrazo,
Marcelo.
1--Puede que el libro completo te ofrezca la posibilidad de entender la experiencia mística de Perlongher, no así este aislado y enrevesado texto que da pie a estas disquisiciones. Sin embargo , tampoco creo que el libro la permita si está en este tenor, y porque una experiencia mística , generalmente es CLARIDAD Y REVELACIÓN DE SIGNIFICADO.
2--El juego de los significantes tiene corta vida si es sólo una cuestión de ruido, porque la división significante/significado es tan arbitraria como necesaria didácticamente.
El significante NO PUEDE EVITAR JAMÁS SER SOPORTE DE SIGNIFICACIÓN, AUNQUE SEA DISTINTA CADA VEZ QUE SE LO USA: tal vez en eso consista el juego de esta gente, en asistir al derrape del significante , su vital e imbatible polisemia.
3--Insisto:IGNORA AL LECTOR si es exigida su iniciación en un código, o , aunque más no fuera, supone que lo que es claro para él , lo será para el que lo lee.
Más bien me parece que se trata de un regodeo en la complicación, y como dije antes, NO TENER NADA QUE DECIR.
Te invito cordialmente a revisar la entrada DECIR en el diccionario de la RAE,hay una sola acepción(la que dice "NOMBRAR O LLAMAR")que podría hacer referencia al significante en cuanto tal , pero tampoco muy claramente.
Todas dan cuenta del valor SIGNIFICADO, PARA ESE VERBO.
Sí , ya sé que no les interesa ESE decir. Pero entonces , qué DECIR les interesa?
4--de acuerdo: NO SOY LECTORA DE PERLONGHER.
5--Creo que fue Wallace Stevens el que dijo que el poema podía no tener significado, pero de lo que no podía carecer es de SENTIDO.
6--Prometo leer los textos indicados por mi profesor Marcelo.
7--Voy a buscar la palabra DECIR en otros diccionarios
cariños
bea
Ahhh, me había olvidado: No te subestimo para nada. Todo lo contrario. Te aprecio como una gran lectora, Beatriz.
Un beso.
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