Cuando era chica me gustaba
separar los caramelos por colores
antes de comerlos.
Los caramelos
podían quedar cerrados días enteros
hasta que finalmente los abría,
los saboreaba lento
y los tragaba.
Todavía, en secreto
sigo teniendo el mismo gesto
de mirar y no tocar.
(Inédito)
Nurit Kasztelan (Argentina, Buenos Aires, 1982)
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