UNA BALLENA golpeó su mandíbula contra una roca. Debió hundirse
en lo más profundo de las aguas y enterrar su quijada en la arena hasta que
sane.
Levantando los ojos podrá saber del mundo a través de los reflejos.
Por unos días será como los hombres.
Pablo Narral (Santiago del Estero, Argentina, 1957)
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