Fricciones entre cuatro paredes. Tu inmensidad desnuda al lado de los vasos momentáneamente olvidados, transparentes como la pintura aplicada de la realidad sobre nuestra piel esquiva. Gozos descascarados como quien se desembaraza de cierto moho de ideas que nos persiguen hasta este punto capital en que nos ahogamos en la más plena libertad. Después abrir la llave esmaltada del paraíso y dejar que el agua consuma al menos una parte de la calentura que nos llevó a aquel hotel. Estar allí nos deleitaba, en medio de la insuficiencia de todo acto humano. Describías en tragos de un tinto seco los paisajes recorridos dentro de mí mientras la música arañaba la piel del tiempo y nos provocaba: - ¿cuál tiempo? - y aceptabas la provocación repetida como una travesura: ¿en qué parte del mundo estamos? - me arañabas la espalda en busca de la localización de nuestro desatino.
Una extraña ciudad tallada en la escarpa de una montaña que nos recibió con el batuque de un temporal. El campo clavado en la mirada del guía que nos llevó por laberintos solares cuyo recurso hambriento era darse un nuevo nombre a cada paso. La curva bien diseñada de tus caderas al escalar la aspiración de que todo retornase allí… Siempre tú, mi amor ya sin nombre, la última hambre de la tierra, ya no dar nombre a nada más, ¿me aceptas así? Lo sagrado no sabe de sí sin descarnarse. Hay un doble por detrás de la piel de todo amor. No necesariamente una réplica, un tratado de la desilusión o una latitud indescifrable. Un poco más de vino y jugabas conmigo: - Loco, sabes dónde va a terminar esto… - Mantén el agua caliente, tienes la llave.
No hay realidad suficiente para el amor, reímos. Por más que excavemos en el deseo, él no se muestra, no es real, no cabe en un plato. El amor es representación de sí, cuya persuasión le es atributo fatal. No vive en parte alguna. No hay atlas que lo convenza de hospedarse en una coordenada, ni aun en deriva. - Está fría el agua, bandida linda. - Muerde aquí. - Dame más vino. Síngrame. Aun así -¿el amor es sumersión?- poco [muy poco] se revela entre cuatro paredes que pueda ser aplicado a la pintura de la realidad. - No estamos, amor, en ninguna parte, no existe este hotel, menos todavía bañera y vino, no somos la detonación de ningún misterio, ni del más tonto, o el más infantil de los misterios. Aunque sea un segundo, tus piernas [ellas] amarradas a mi cuerpo, mientras te sientes la locura más plena, y sola. El infinito no sueña consigo mismo. Todo el mundo parece tener una aversión natural a la representación como si fuera un hecho real. ¿Cuándo dejamos de ser lo que somos? ¿Cuándo dejamos de ser lo que aparentamos ser?
(del libro Teatro imposible)
Floriano Martins
(Traducción de Marta Spagnuolo)*
CENAS APANHADAS DE UM TEATRO IMPOSSÍVEL, 5.
Fricções entre quatro paredes. Tua imensidão nua ao lado dos copos momentaneamente esquecidos, transparentes como a pintura aplicada da realidade sobre a nossa pele esquiva. Gozos descascados como quem se desembaraça de certo mofo de idéias que nos perseguem até este ponto capital em que nos afogamos na mais plena liberdade. Depois abrir a chave esmaltada do paraíso e deixar a água consumir ao menos uma parte do tesão que nos levou àquele hotel. Estar ali nos deleitava, em meio à insuficiência de todo ato humano. Descrevias em goles de um tinto seco as paisagens percorridas dentro de mim enquanto a música arranhava a pele do tempo e nos provocava: – qual tempo? – e aceitavas a provocação ecoada como uma travessura: em que parte do mundo estamos? – me arranhavas as costas à procura da localização de nosso desatino. Uma estranha cidade entalhada na escarpa de uma montanha que nos recebeu com o batuque de um temporal. O sertão encravado no olhar do guia que nos levou por labirintos solares cujo recurso famigerado era dar a si um novo nome a cada passo. A curva bem desenhada de tuas ancas ao escalar a aspiração de que tudo retornasse ali… Sempre tu, meu amor já sem nome, a última fome da terra, não dar nome a mais nada, me aceitas assim? O sagrado não sabe de si sem que se descarne. Há um duplo por trás da pele de todo amor. Não necessariamente uma réplica, um tratado da desilusão ou uma latitude indecifrável. Um pouco mais de vinho e brincavas comigo: – Louco, sabes onde isto vai dar… – Mantém a água quente, tens a chave. Não há realidade suficiente para o amor, rimos. Por mais que escavemos o desejo, ele não se mostra, não é real, não cabe em um prato. O amor é representação de si, cuja persuasão lhe é atributo fatal. Não mora em parte alguma. Não há atlas que o convença a hospedar-se em uma coordenada, mesmo em deriva. – Está fria a água, bandida linda. – Morde aqui. – Dá-me mais vinho. – Singra-me. Mesmo assim – o amor é submersão? – pouco [muito pouco] se revela entre quatro paredes que possa ser aplicado à pintura da realidade. – Não estamos, amor, em parte alguma, não há este hotel, menos ainda banheira e vinho, não somos a detonação de mistério algum, por mais tolo, o mais infantil dos mistérios. Um segundo que seja, tuas pernas [elas] atracadas ao meu corpo, enquanto te sentes a doidice mais plena, e só. O infinito não sonha consigo mesmo. Tudo no mundo parece ter uma aversão natural à representação como sendo o fato real. Quando deixamos de ser o que somos? Quando deixamos de ser o que aparentamos ser?
Floriano Martins (Brasil, 1957). Poeta, ensayista, traductor y editor. Se ha dedicado en particular, al estudio de la literatura hispanoamericana, sobre todo en lo que respecta a la poesía. Es autor de los libros Escritura Conquistada (Diálogos con poetas latinoamericanos) (1998) y El inicio de la búsqueda (El surrealismo en la poesía de América Latina) (2001). En 1998 se publican sus traducciones Poemas de amor, de Federico García Lorca y Delito por bailar chá-chá-chá, de Guillermo Cabrera Infante, seguidas de Dos poetas cubanos, de Jorge Rodríguez Padrón (1999), Tres entradas para Puerto Rico, de José Luis Vega (2000), La Novena Generación, de Alfonso Peña (2000), Nós/Nudos, de Ana Marques Gastão (2004), y La condición urbana, de Juan Calzadilla (2005). Además, ha organizado antologías de la obra de autores portugueses como Cruzeiro Seixas, Anna Hatherly, Isabel Meyreles, Armando Silva Carvalho, João Barrento y Nicolau Saião. Entre sus libros de poesía se destacan Alma en llamas (Brasil, 1998), Cenizas del sol (Costa Rica, 2001), Tres estudios para un amor loco (México, 2006). Arte y Literatura A.C., México. “La noche impresa en tu piel”. -2006- Trad. Marta Spagnuolo. Taller Editorial El Pez Soluble, Caracas. “Duas mentiras” -2008- Edições Projeto Dulcinéia Catadora, São Paulo. “Teatro Imposible” -2008- Trad. Marta Spagnuolo. Fundación Editorial El Perro y La Rana. En la actualidad dirige, junto a Claudio Willer, la revista electrónica (www.revista.agulha.nom.br) y es coordinador del proyecto AgulhaBanda Hispánica, del Jornal de Poesia. En colaboración con María Estela Guedes, dirige el dossier surrealista Poesía y Libertad, en la revista electrónica TriploV (Portugal).
*(Poemas tomados de Los trazos de Pandora, Antología bilingüe -Inédita- de la poesía contemporánea brasileña de Martín Palacio Gamboa)
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