miércoles, 24 de junio de 2009

REUNIÓN DE FAMILIA



Cuando nuestro hermano menor cumplió cincuenta años

mamá tuvo una horrorosa visión del tiempo:
así que dijo —y yo vi cómo sus hombros se estremecían—
"estamos envejeciendo todos juntos". Y cuando agregó
"siempre tengo frío", descendió
a su sótano, se abrazó a sí misma
y en algún lugar de su esqueleto
palpó un hueso sin esperanza.
Los hermanos juntamos las cabezas, esperando
alguna especie de revelación. ¿Hay algo?
¿Qué significa esta acumulación incesante
de una vida? En fin. ¿Dónde estamos parados
en relación a ella? Entonces susurré:
ha vivido tanto
que terminó por olvidar
las dos o tres razones que tenía para morir.



Joaquín Giannuzzi (Buenos Aires, 1924- Salta, 2004)