viernes, 6 de marzo de 2009

CUANDO COMPRENDAS


Cuando comprendas que el hombre que es dueño de grandes fortunas no es dueño del hombre mismo.
Cuando comprendas que tu sangre es un río hacia tu voz.
Cuando comprendas que eres un poco de tierra que piensa.
Cuando mires las hormigas y los gusanos, y te asombres como quien se asombra de una cosa maravillosa e inesperada.
Cuando converses con tu amigo y veas que el tamaño de su odio es del tamaño del alma.
Cuando comprendas que tu tierra se la están repartiendo gente que sólo tienen la estatura de los bienes materiales.
Cuando comprendas que una espina en tu carne es tan extraordinaria como tu bondadosa llegada a la tierra.
Cuando comprendas que al acostarte en tu lecho de piedras antes debes hablar un poco con la sonrisa de un niño.
Cuando comprendas que has estado en la muchedumbre y, valientemente solo, regresas a tu casa, y ves que en el espejo tienes la misma cara...
Cuando te encuentre por la calle con una mirada sospechosa, y luego regreses a tu casa y escribas tan tembloroso que te salgan garabatos en donde se retuerce el alma.
Cuando comprendas que todas las mañanas, al levantarte de tu lecho, no eres tú que te levantas, sino el mundo.
Cuando le digas a tu cuerpo: -No te quedes atrás; ven conmigo; pégate a mí. ..Que yo necesito tu odio, tu placer y tu dolor.
Entonces...


Manuel del Cabral (Santo Domingo, República Dominicana, 1907; Id., 1999)





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