jueves, 2 de julio de 2009

PIRINGUNDÍN

















El vino es malo, la comida, escasa,

de mala traza
es la mujer.

Las flores son viejas, pintadas, de trapo,
y se oye en el patio,
el resoplido de un borracho
que escupe un tabaco
tan denso de mal como este atardecer.

Corta el silencio, cuchillo de níquel,
un silbato policial.
La dueña cierra el portal,
pone a la moralidad un dique.

Horas inciertas de sombra y de crimen,
viejas que gruñen en la parda azotea,
¿qué hacemos madama?, la vida es tan fea
como casi tu ausencia de himen...
¡vámonos a yacer!


(De: El gato escaldado)

Nicolás Olivari (Argentina, Buenos Aires, 1900-1966)


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