jueves, 8 de enero de 2009

UN ATARDECER DE INVIERNO

















Cuando la nieve cae en la ventana,
largamente suena la campana del atardecer,
la mesa está dispuesta para muchos,
y la casa bien abastecida.

Alguno en su peregrinaje
llega a la puerta desde sendas oscuras.
Áureo florece el árbol de las gracias
desde la fresca savia de la tierra.

Entra en silencio el caminante;
el dolor petrificó el umbral.
Brillan entonces con claridad muy pura
sobre la mesa el pan y el vino.




Georg Trakl (Austria, Salzburgo, 1887- Cracovia, 1914)

(Traducción de Rodolfo Modern)






1 comentario:

Anónimo dijo...

maravilloso poema.