¡Máscaras! ¡Oh máscaras!
Máscara negra, máscara roja, máscaras blanquinegras
Máscaras de todo horizonte de donde sopla el Espíritu
Os saludo en el silencio.
Y no a ti el último, Antepasado de cabeza de León.
Guardáis este lugar prohibido a toda sonrisa de mujer, a toda
sonrisa que se marchita
Destiláis ese aire de eternidad en el que respiro el aliento
de mis Padres.
Máscaras de rostros sin máscara, despojados de todo hoyuelo
y de toda arruga
Que habéis compuesto este retrato, este rostro mío inclinado
sobre el altar de blanco papel
A vuestra imagen, escuchadme!
Ya se muere el África de los imperios —es la agonía de una
princesa deplorable
Y también Europa a la que nos une el cordón umbilical.
Fijad vuestros ojos inmutables en vuestros hijos dominados
Que dan su vida como el pobre su última ropa.
Que respondamos con nuestra presencia al renacer del mundo
Como es necesaria la levadura a la harina blanca.
¿Pues quién enseñaría el ritmo de las máquinas y de los cañones
al mundo desaparecido?
¿Quién daría el grito de alegría para despertar a muertos y a
huérfanos al amanecer?
Decid ¿Quién devolvería el recuerdo de la vida al hombre de
esperanzas rotas?
Nos llaman los hombres del algodón del café del aceite
Nos llaman los hombres de la muerte.
Somos los hombres de la danza, cuyos pies recobran fuerza
al golpear el duro suelo.
L.S. Senghor
(Versión de J.J.Arnedo)
PRIÈRE AUX MASQUES
Masques! O Masques!
Masque noir masque rouge, vous masques blanc-et-noir
Masques aux quatre points d'où souffle l'Esprit
Je vous salue dans le silence!
Et pas toi le dernier, Ancêtre a tête de lion.
Vous gardez ce lieu forclos à tout rire de femme, à tout
sourire qui se fane
Vous distillez cet air d'éternité où je respire l'air de mes
Pères.
Masques aux visages sans masque, dépouillés de toute fossette
comme de toute ride
Qui avez composé ce portrait, ce visage mien penché sur
l'autel de papier blanc
A votre image, écoutez-moi!
Voici que meurt l'Afrique des empires — c'est l'agonie d'une
princesse pitoyable
Et aussi l'Europe à qui nous sommes liés par le nombril.
Fixez vos yéux immuables sur vos enfants que l'on commande
Qui donnent leur vie comme le pauvre son dernier vêtement.
Que nous répondions présents à la renaissance du Monde
Ainsi le levain qui est nécessaire à la farine blanche.
Car qui apprendrait le rythme au monde défunt des machines
et des canons?
Qui pousserait le cri de joie pour réveiller morts et orphelins
à I'aurore?
Dites, qui rendrait la mémoire de vie à l'homme aux espoirs
éventrés?
lis nous disent les hommes du cotón du café de l'huile
Ils nous disent les hommes de la mort.
Nous sommes les hommes de la danse, dont les pieds reprennent
vigueur en frappant le sol dur.
Léopold Sedar Senghor, Poeta, intelectual y primer presidente de Senegal (1960-1980). Nació en Joal, África Occidental Francesa (actual Senegal) y estudió en la Universidad de París (Francia). En 1935 ejerció como profesor en una escuela de la ciudad francesa de Tours. Durante la II Guerra Mundial sirvió en el Ejército francés y fue capturado por los alemanes, que le tuvieron prisionero desde 1940 hasta 1943. Tras ser liberado continuó ejerciendo la docencia, pero pronto empezó a dedicarse a la política. Una vez elegido en 1946 consejero general de Senegal, luchó por la independencia del país. De 1946 a 1958 fue diputado socialista por Senegal en la Asamblea Nacional francesa. Cuando su país alcanzó la independencia en 1959, fue elegido presidente de la República. Permaneció en el cargo hasta su retiro, a finales de 1980, tras haber sido reelegido en 1968, 1973 y 1978 de forma ininterrumpida. Permaneció siempre en las filas del mismo grupo político (aunque éste cambiara varias veces de denominación: Bloque Democrático Senegalés, Bloque Popular Senegalés, Unión Progresista Senegalesa), que en 1977 se convirtió en el Partido Socialista Senegalés. Senghor está considerado como el máximo exponente intelectual de África. Publicó libros de poesía y artículos sobre literatura y política. Junto con los escritores Aimé Césaire y Léon Damas, formuló el concepto de 'negritud', que puede ser definido como el conjunto de valores culturales del África Negra, enfrentados a la política francesa de asimilación, con su inherente asunción de la superioridad cultural europea. Su primer volumen de poesía, Cantos de sombra, fue publicado en París en 1945 con gran éxito de crítica. Entre otras obras destacan Hostias negras (1948), Etiópicas (1956), Sobre el socialismo africano (1964), Negritud y humanismo (1975), una reafirmación de los valores de la cultura tradicional africana, Elegías mayores (1979), un volumen autobiográfico, y La poesía de la acción (1980). En 1984 fue admitido en la Academia Francesa, siendo la primera persona de raza negra en ingresar en tal institución.
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