Voy a lucir mi camisa azul marino
(casi negro) que compré
en un remate de Navidad y mis zapatos
de lona recién lavados.
Tu llevarás esa falda de cuero
que te traje de Chile,
una blusa de seda
y los labios pintados de rojo.
Tenemos que estar orgullosos
de nuestro matrimonio.
Como de los cubiertos
que guardamos en el armario verde
de la cocina.
3 cuchillos para comer pescado,
7 tenedores para carne,
5 cucharas soperas,
14 cucharitas de café
sin contar las de Iberia
y American Airlines. También podemos
(ya que estamos en verano)
considerar al sol
como una pertenencia. Su luz
contra los muros
del patio principal
y las hojas de vid.
Aunque sobre todo
debemos alabar las luces de tu pelo
amarrado hacia atrás y recogido
con una cinta azul.
Ahora el mar se bambolea
en una ventana de la sala.
También nos pertenece.
Esta noche ordenaremos
nuestra ropa de fiesta
con sumo cuidado y dignidad.
Esa falda de cuero
que yo traje de Chile
y la blusa de seda
y mi camisa azul.
Nos cubriremos apenas
con unas túnicas de algodón sin cardar
como los japoneses
en las noches más rojas del verano.
(de Las inmensas preguntas celestes,
Visor, 1992)
Visor, 1992)
Antonio Cisneros (Perú, Lima, 1942; id. 2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario