LA ENCENDIDA CALMA (4)
XXXIII
Ella se desnuda como si todo,
aun lo que será,
ya fuera cierto,
mientras los compañeros caballos
bordean la ensenada:
las olas espejan sus crines
que cubren la playa
de canto rodado:
van en fila hacia la isla
que galopa sobre las aguas,
sostenida
por la moción de un relincho
que el viento debate y multiplica.
Alberto Szpunberg (Buenos Aires, Argentina, 1940)
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