UNO- La que pone la mesa
I
Hay en cada cosa
un aire
de la infancia
apretado
consumido
condensado
que no alcanza.
un aire
de la infancia
apretado
consumido
condensado
que no alcanza.
II
Sobre la cabeza
sujetando una cola de caballo
esa hebillita de carey negro
refleja a la que era
cruzando la puerta
de un café
sobre la mesa
un par de guantes negros
quién si no ella.
sujetando una cola de caballo
esa hebillita de carey negro
refleja a la que era
cruzando la puerta
de un café
sobre la mesa
un par de guantes negros
quién si no ella.
VI
Cose un pajarito una hebra
arma su nido
desde mi mesa de escribir
lo veo
¿podrá mi mano torpe
tejer un nido
colgar un verso
que abrigue?
arma su nido
desde mi mesa de escribir
lo veo
¿podrá mi mano torpe
tejer un nido
colgar un verso
que abrigue?
X
Entre el norte y el sur
mi corazón de pensar elije
cortar el camino
saltar
el cerco
arrimar la silla
al borde mismo
acariciar la soga
pero me acuerdo
que hay ropa para tender
las papas en el fuego
tendría que comprar broches
pagar la boleta de la luz
escribir unos poemitas
llamar a mi amigo
hablar de libros
y hacer de cuenta
que nada ha sucedido.
mi corazón de pensar elije
cortar el camino
saltar
el cerco
arrimar la silla
al borde mismo
acariciar la soga
pero me acuerdo
que hay ropa para tender
las papas en el fuego
tendría que comprar broches
pagar la boleta de la luz
escribir unos poemitas
llamar a mi amigo
hablar de libros
y hacer de cuenta
que nada ha sucedido.
XIII
Existe un tipo de voz
que nada dice
vacía
sólo ruido
adentro de la voz
la nada
o algo peor.
que nada dice
vacía
sólo ruido
adentro de la voz
la nada
o algo peor.
XVI
Nada se puede repartir
con más facilidad que la miseria
hagamos entonces
lo posible
tiremos frazadas en las calles
platos de sopa en los umbrales
zapatos chuecos
agujereados
en los cordones
sillas desfondadas en las veredas
y si se puede
algún libro de poesía
para creer
que no todo está perdido.
con más facilidad que la miseria
hagamos entonces
lo posible
tiremos frazadas en las calles
platos de sopa en los umbrales
zapatos chuecos
agujereados
en los cordones
sillas desfondadas en las veredas
y si se puede
algún libro de poesía
para creer
que no todo está perdido.
DOS: Las González
V
Busca una
boca
para poner
en ella la lengua
no es beso
lo que espera
es
otra cosa
habla
suave
para no despertar
la fiera
habla
suave
mientras la
mano
traza firme
la línea
recta
que corta su
mirada.
IX
En el sillón
del que me revuelve
la cabeza
dejé
una piedra
a propósito
grande
brillaba
pero no la vio
quedó ahí
reflejando una escucha
una palabra
mi corazón de pensar
no se detiene
y nombra despacito
en su latido
al poeta que ya no tiene
desierto
ni flor
que lo acompañe.
la cabeza
dejé
una piedra
a propósito
grande
brillaba
pero no la vio
quedó ahí
reflejando una escucha
una palabra
mi corazón de pensar
no se detiene
y nombra despacito
en su latido
al poeta que ya no tiene
desierto
ni flor
que lo acompañe.
TRES: No se
salva nadie
IV
Sólo aquella
que en su tristeza contó los elementos
sabe que
moviéndose
de a poco
puede sacar
su mano afuera
y encontrar
un borde
allí
para
quedarse.
VII
Mi perro se
parece al perro de Robert Creeley
lo
descubrimos con mi amigo poeta Fritz en la foto
de la tapa
de su antología.
Hasta allí
llega la
semejanza.
Creeley
escribía unos poemas magníficos
hablaba del
amor que llega quedo
de las
viejas maneras de ser hija o mujer o esposa.
Decía la
palabra "dulcemente" sin
pensar en que las traducciones
cargarían
con un adverbio que cambia el clima
de un verso para siempre
él tenía un
perro mejor era más feliz
o comía
otros huesos
no sé
yo me siento
acá
y escribo
mientras mi
perro olisquea
las plantas
y no puedo
decir nunca nada que tenga
la
consistencia de los restos del azúcar
en el fondo
de la taza de café.
(Del libro: Fuera
de juego, 2017/2018,
inédito,gentileza
de la autora)
Liliana Campazzo
Liliana Campazzo, nació en Buenos Aires, en 1959. Vive en
la provincia de Río Negro desde 1976. Docente, de nivel medio, coordinadora de
talleres de escritura, talleres de Educación por el Arte, talleres de promoción
de la lectura. Durante los años 1989 a1995 fue coordinadora del Plan de
Bibliotecas Viajeras de la provincia de Río Negro, realizando todo el recorrido
de la Línea Sur con material de lectura y títeres. En el año 2002,2003, dirigió
los cursos de capacitación del Plan Jefas y Jefes de Familias en
Bibliotecología y Promoción de la Lectura. En el ámbito privado trabaja en los
talleres de promoción de la lectura y escritura que lleva a cabo la librería
Don Quijote, de Viedma, por el cual recibieron el Premio La Andariega de la
Feria Internacional del Libro en 2001. Escribe e investiga sobre la escritura
en la región Patagónica. Obras publicadas: Firme como el acaso,1991; De
no poder- Feminaria revista de Creación para Mujeres 1992. Las Mujeres de mi
casa-, Chile 1998. Quieta para la foto-Buenos Aires 2003. Las voces de
escritoras de la Patagonia- Ensayo, Chiloé 2004- Yuyo Seco, 2006. Artículos
sobre Literatura y Arte en revistas de Argentina. También es artista plástica.
Poemarios: Escritos en el vidrio, Llanto de mudo, 2007; A boca de pájaro,
Vela al viendo, 2012 y Poemas del aire, un libro Clase B, Vela al Viento, 2017.
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