NO ES PARA HABLAR DE MÍ QUE ESCRIBO
de la glicina: cayó
su lluvia ligera
azul-
violácea-
celeste.
No es para hablar de la glicina
que la comparo con una lluvia
y adjetivo esa lluvia.
Es para detener este momento nocturno:
la casa en calma
y los pensamientos que ennoblecidos velan
por un ordenamiento
que lo abarque todo.
Detalles
Antes
cuando tu cara estaba cerca de la mía
mi mirada la recorría como se recorre un jardín
se detenía en cada detalle
-ampliándolo reteniéndolo-
una flor entreabierta
una cerrada
una hoja seca caída
una gota.
Era de esa manera como entrabas en mi vida:
entraba tu ojo más próximo
su color ágata
apenas bordeado por pestañas.
Entraba el perfil de tu nariz
tu mejilla imberbe una
cicatriz una oreja
casi tapada por el pelo castaño
el cuello claro.
De esos detalles estaba
hecho mi amor.
Y mi amor me rodeaba
como un collar rodea una garganta.
Ahora
cuando al atardecer oyendo
cantar a las chicharras toco
mi cuello ya no está el collar.
Recuerdo aquel jardín:
es un jardín que ya no tiene patria.
LA EXPERIENCIA DE LOS OTROS
Dos poemas sobre Emily Dickinson
SI TUVIERA PAPEL BLANCO
si tuviera la mano fina
si tuviera un lápiz en la mano
si fuera la dueña de un
pequeño escritorio junto a la ventana.
Si en los vidrios de la ventana
reviviera el paisaje.
Si mi escritorio fuera de madera vieja y opaca.
Si sus cajoncitos tuvieran pequeñas llaves...
Un vestido antiguo -tan cómodo
pese a la complejidad del modelo-
y -como deslizándose- al borde del escote severo
antes del nacimiento de los senos
un camafeo sujeto por dos angostas
bandas de terciopelo...
Emily Dickinson
mojigata
jugueteando con el camafeo:
la dureza del material
entre los dedos algo húmedos
de sudor.
La mano fina
con dedos algo húmedos de sudor
por el calor de la siesta
abriría la ventana.
Y como el paisaje estaba ya en sus vidrios
el cuerpo -inclinado sobre el pequeño escritorio-
se asomaría -por así decirlo-
un poco al vacío.
Veleidosa contemplación del convaleciente
el hacia fuera
y el adentro
unidos.
La mano fina tomando el lápiz
y sobre el papel blanco
escribiendo.
(Del libro "El hada que no
invitaron"
Obra poética reunida
1985-2016,
Bajo la luna, 2023)
Estela Figueroa (Santa Fe, 1946-ibidem, 2022)
IMAGEN: La poeta Emily Dickinson.
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